viernes, 28 de marzo de 2008

La pluma del fénix


A raíz del reciente plagio que compromete a Etiqueta Negra decidí peinar la revista en busca de los nuevos jotitas del balompié. Alguno debía existir. Así, tras muchas páginas revisadas, me topé con una verdadera revelación. Su nombre es un enigma: Fritz Berger Ch. Se encarga de la sección Biblioteca de Autoayuda. El ensayo, en esta ocasión, versa sobre la buena aceptación que goza nuestra gastronomía (al punto que hasta la clase política quiere servirse de ese plato). Basta un extracto para asentir con la cabeza:


"Ante el desplome sistemático de cualquier otra representación -deportiva, política, intelectual- lo comestible se yergue en viga maestra de acervo e identidad. Y en perentoria oportunidad de negocio, cómo no. Usted, que siempre supo hacer una que otra tontería en la cocina, también puede ser un chef famoso y bendecido por la gula ajena." (Manual para ser protagonista del boom de la cocina peruana, p.32. Etiqueta Negra año 6 número 57)


Ok, es bueno. Pero mejor sigamos:


"El reto es constuir una leyenda (...). Una combinación infalible, dada la imperante estética del guerrero herido, sería reunir una serie de leves minusvalías: un sutil seseo, una media cojera y un parche en el ojo. Esto habría de estar refrendado en un anecdotario culinario semiverosímil: usted perdió el globo ocular al cocinar el legendario plato mongol Conejo hervido vivo a la fuerza con una sola mano."


Más:


"Atrévase a experimentar más allá de los límites del sentido común (y la salubridad pública). ¿Cuánto más habrá que esperar para que un audaz chef peruano pueda servir, sin que le tiemble la mano, unas Finísimas hojuelas de párpado de vaca untadas con paté de trasero de cuy sobre una gelatina de vejiga de tilapia acaramelada? Mi paladar espera."


Bravo. Ovación de pie. No busquen más. Dense por bien servidos.

jueves, 27 de marzo de 2008

La muerte



Comercial argentino de atún La Castagnola

+ chistecito homofóbico

+ tres conocidos dipsómanos

+ un par de traseros con swing (las 'cebaditas')

+ un toque de criollada

+ salsa 'chévere'

= el comercial del casting de lúpulos de Brahma (ver storyborard)





Caballero, así es la publicidad.


Ojo con el final: Carlos Alcántara y Barraza dándose un simbólico abrazo. El supuesto humor de la clase AB (unipersonales, narices rojas) aliado al del tradicional CD (Astros de la Risa, La Mueca). No es casual que Barraza se considere también un experto en impro. El propio Alcántara lucra con su pasado de barrio, su impronta malandra y su barniz criollo. Eso es lo positivo: no hay elitismo ni discriminación en la risa peruana. El humor es igual de idiota en todos sus estratos.

Piensa en pequeño


Filmar bautizos, poner curitas, construir clósets, reparar radios a domicilio. Es decir, pensar en pequeño. Pensar como bodeguero, como diría Castañeda Lossio si no fuese un muerto.


El blog Choledad Privada explica su desagrado ante un comercial de la UNSMP en un post. Un extracto:


"Así como para ser un chef preparado se necesita conocer los avatares del día a día entre sartenes sucias, cebollas por picar y peladores de papa, la Universidad pretende obviar este hecho e invita al estudiante a basurear al equipo operativo y ejecutor de las filmaciones de una empresa audiovisual, u olvidar que todo buen diseñador industrial necesitará saber cómo armar un closet antes de pretender hacer una serie de 500 mil unidades de exportación. La arrogancia inaudita de la universidad que habla es sorprendente, nos hiere y nos asusta. Nos encantaría poder conocer las razones que impulsaron a su institución (y a Toronja que se encargó de la publicidad) a crear recursos de esta índole para convencer al entramado escolar que una “universidad que habla” y “que basurea las carreras técnicas o el derecho de piso que todos pagamos para crecer profesionalmente” es una mejor opción que apelar al prestigio, a la calidad de la enseñanza, o -lo que sería más mundano pero más fructífero- simplemente a la increíble capacidad del ser humano de decidir sobre su futuro libre de presiones ni mensajes de éxito soberbios. Disculpen el hígado pero así no juega Perú; desde esta tribuna, queremos una choledad inclusiva y tolerante."





Filmar bautizos, poner curitas, construir clósets, reparar radios a domicilio...




lunes, 17 de marzo de 2008

Tongo es emo

Eso explica el sufre peruano, sufre. Esta imagen difundida por http://www.noemo.net/ ayuda a comprender el porqué de las letanías de Tongo. El subestimarse ante una pituca (why? si yo soy chichero nomás) o dejarse maltratar por Bayly, por ejemplo. La baja autoestima, la piel dura, la consistencia del teflón, la mirada bovina, la voz que asemeja un llanto.
Pero Tongo no es el único emo inadvertido. Que pase Emo cosquillas.


viernes, 14 de marzo de 2008

We can be heroes (just for one day)


Discrepo con Rolando Breña Pantoja cuando asegura que, en el Perú, "para ser héroe, basta acopiar chivilines para las chelas". Me explayo en lo obvio: la campaña de 'El Chancha' es sólo una humorada, la enaltación de un personaje popular que busca darle al pedestre acto de libar cerveza la categoría de rito o tradición tribal. Además, emplea la misma idea de este otro comercial de cerveza: Real men of genius, de Bud Light.






Pero Breña Pantoja no deja de tener razón:


"El Perú necesita héroes. De aquellos que nos endilgaron

en la escuela y el colegio, la mayoría eran militares.

Ingresaron algunos civiles como lunares, pero casi

ninguno era indígena. Seguimos siendo deficitarios. Tanto,

que si un deportista o un equipo consigue algún triunfo en el

exterior, los convertimos inmediatamente en héroes."

Allí está la miniserie de los Jotitas, con situaciones inventadas que suplen la falta de argumento. Mientras, Manco manca como deportista. Cubillas le aconseja en vano. Allí están también las dos miniseries de Néctar, un tributo desmedido que le rinde homenaje a un grupo de peruanos que sólo hizo lo que tenía que hacer: sobrevivir ganándose la vida para llevarle comida a sus hijos, seguridad a sus esposas y caprichos a sus amantes (ni el sexo extramatrimonial ni la coca aparecen en las hagiográficas miniseries peruanas). Ser trabajador y sacrificado en el Perú es sólo cosa de héroes, acaso de mártires.

Otro síntoma: peruanos que buscan un héroe en serie, a falta de uno en serio.